Acoger las sombras, abrazar las heridas, 2024
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Hormigón, metal y vidrio.
4 piezas de 31 x 24 x 31 cm.

Abrazar las sombras

La obra Acoger las sombras, abrazar las heridas nos sumerge en un diálogo entre la dureza del pasado y la posibilidad de sanación. Cuatro estructuras de hormigón emergen como vestigios de una historia silenciada: los traumas que nos conforman, las heridas que nos acompañan desde la infancia. Su presencia es un recordatorio de lo que a menudo ocultamos en lo más profundo de nuestro ser.

Entre estas formas de aparente rudeza, se esconde un elemento de fragilidad: un pequeño fragmento de vidrio. Su brillo sutil, casi efímero, nos habla de lo que permanece intacto dentro de cada ser humano. Símbolo de la esencia luminosa que todos portamos, nos recuerda que la regeneración es posible, que toda herida puede ser abrazada y transformada.

La obra interpela al espectador desde su propia experiencia emocional, proponiendo un recorrido introspectivo en el que el hormigón no solo es peso y encierro, sino también refugio; donde la dureza del material dialoga con la transparencia del vidrio, y donde lo que fue trauma puede convertirse en espacio de reconciliación. Es una invitación a mirar hacia dentro, a reconocernos y, sobre todo, a descubrir la luz que nos atraviesa y nos devuelve la posibilidad de sanar.