Publicación

Cooperar con lo inevitable, 2024
 

Esther Cánovas Molina e Ignacio Llamas
Impresión Offset - 142 pag - Tapa dura.
30 x 21 x 2 cm.
Publicación en la que dialoga la poesía de Esther Cánovas con la fotografía de Ignacio Llamas.
Edita Fundación Antonio Pérez / Diputación de Cuenca

Cooperar con lo inevitable

En el arte, como en la vida, existen encuentros que trascienden la suma de sus partes. «Cooperar con lo inevitable» es el fruto del diálogo entre la imagen y la palabra. En este libro, la poeta Esther Cánovas y el fotógrafo Ignacio Llamas conjugan sus lenguajes para revelar no solo lo que han visto y sentido, sino también la transformación inherente a todo viaje interior, compartiendo el camino de autoconocimiento recorrido por cada uno de ellos.

Las imágenes fotográficas capturan instantes suspendidos en el tiempo, huellas visuales de una travesía donde la naturaleza es espejo y metáfora. Las poesías, a su vez, emergen como un murmullo profundo, resonancias de una búsqueda que se inscribe en la piel del paisaje y en la materia del alma. Juntos, estos lenguajes construyen un territorio de contemplación y reconocimiento, una geografía emocional que el lector es invitado a recorrer.

El agua, hilo conductor de esta obra, aparece como metáfora y presencia tangible, articulando el ritmo de la transformación y poniendo en evidencia su capacidad de adaptación. Desde la pureza inmaculada de la nieve, pasando por el fluir de embalses y lagos hasta la ingravidez de la niebla que disuelve las certezas, el agua nos habla de la impermanencia, pero sobre todo del constante cambio, pero sobre todo de la aceptación de lo que no podemos modificar. Es, en última instancia, el símbolo de aquello que nos atraviesa y nos transforma.

«Cooperar con lo inevitable» no es solo un libro: es una invitación a mirar y a sentir desde la profundidad del viaje compartido. Es un recordatorio de que, en la confluencia de imágenes y palabras y en la apertura del alma, se encuentra la posibilidad de comprender, aunque sea por un instante, lo que significa rendirse al fluir de la vida.