Lo que la luz encubre, 2019 - 2023
 

ST II A, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 53 x 80.

ST II B, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 53 x 80.

ST II C, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 53 x 80.

ST II, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 53 x 80 (cada pieza).

ST VIII, de la serie Lo que la luz encubre. 2021. 100 x 150.

ST I, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 46,5 x 70 (cada pieza).

ST I A, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 46,5 x 70.

ST I B, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 46,5 x 70.

ST I C, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 46,5 x 70.

ST I D, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 46,5 x 70.

ST I E, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 46,5 x 70.

ST I F, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 46,5 x 70.

ST III A, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 100 x 150.

ST III B, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 100 x 150.

ST III, de la serie Lo que la luz encubre. 2019. 100 x 150 (cada pieza).

ST V, de la serie Lo que la luz encubre. 2020. 100 x 150.

ST VI, de la serie Lo que la luz encubre. 2020. 100 x 150.

ST VII, de la serie Lo que la luz encubre. 2021. 100 x 150.

ST IX, de la serie Lo que la luz encubre. 2022. 70 x 100.

ST X, de la serie Lo que la luz encubre. 2022. 70 x 100.

ST XI, de la serie Lo que la luz encubre. 2022. 60 x 90.

ST XII, de la serie Lo que la luz encubre. 2022. 60 x 90.

ST XIII, de la serie Lo que la luz encubre. 2022. 60 x 90.

ST XIV, de la serie Lo que la luz encubre. 2022. 60 x 90.

ST XV, de la serie Lo que la luz encubre. 2022. 100 x 150.

ST XVI, de la serie Lo que la luz encubre. 2022. 100 x 150.

ST XVII, de la serie Lo que la luz encubre. 2022. 100 x 150.

ST XVIII, de la serie Lo que la luz encubre. 2022. 60 x 110.

ST XIX, de la serie Lo que la luz encubre. 2022. 70 x 100.

Lo que la luz encubre

En el verano de 2019 tuve la ocasión de visitar un lugar singular, que había generado la naturaleza. En medio de un frondoso bosque, atravesado por un río, se había producido, hacía pocos años, un corrimiento de tierras que taponó dicho caudal y originó un pequeño lago. La consecuencia fue que parte del bosque quedó inundado. Emergió una enorme mancha despoblada en medio del florecer de la vida.

LO QUE LA LUZ ENCUBRE es el título de la propuesta visual que surge del acercamiento a esta masa forestal que se encuentra cerca del pueblo de Cornilo, en Italia. Al pasear por este lugar descubrí, una vez más, que la naturaleza nos enseña, de un modo sobrecogedor, la estrecha relación que hay entre las luces y las sombras, entre vida y muerte, y como esta vinculación puede alcanzar grados de belleza extraordinarios.

Llevaba tiempo reflexionando sobre las relaciones entre la vida y su ausencia, y como, en algunas ocasiones, se unifican dolor y belleza de un modo extraño, llevando a esta última a acepciones muy alejadas de la amabilidad y cordialidad que la historia del arte generalmente le ha atribuido.

Más que documentar el lugar, me interesa reflexionar sobre esta relación, poniendo en evidencia como el concepto de belleza se ve modificado por su cercanía a lo que no es agradable, amable o armónico. Y como la contaminación de ésta con la fealdad la convierte en algo sublime.

El bosque inundado es utilizado como metáfora para hablar del ser humano, de sus procesos de crecimiento, vitalidad, degeneración y extinción.

 

 


 

Nella bellissima serie fotografica denominata Lo que la luz encubre – Ciò che la luce nasconde l’oggetto che interessa l’artista non è ciò che è rappresentato ma ciò che la luce crea, rivela o nasconde. Le immagini non sono intenzionalmente contrastate ma “naturalmente” contrastate, ovvero: i rapporti di luce tra oggetti e superficie rivelano che esistono tantissimi piani di profondità di tenuissimi grigi appena percepibili nel contrasto, nonostante la fotografia sia al primissimo sguardo, senza dimensione. E’ ciò che la luce crea o cela ad essere importante, poiché lo spazio ovvero, un luogo potenzialmente “reale”, è rivelato e creato tanto dalla sua assenza che dalla sua presenza.

L’occhio può perdersi in mille piani diversi oltre la superficie ma sono piani che non esistono se non nella profondità visiva e che solo la luce crea, con il suo gioco sottilissimo di nascondimenti e rivelazioni. L’occhio riesce così a viaggiare profondamente nello spazio senza che esso esista realmente, solo per il miracolo o solo per il gioco che la luce è capace di generare nella nostra mente, attraverso il guardare.

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En la hermosa serie fotográfica titulada “Lo que la luz encubre”, el objeto, que al artista interesa, no es lo que se representa sino lo que la luz crea, revela u oculta. Las imágenes no están contrastadas intencionadamente, sino «naturalmente» contrastadas, es decir: la relación de luz entre objetos y superficies revela que existen muchos planos entre los tenues grises, apenas perceptibles por el contraste, a pesar de que la fotografía, a primera vista, carece de profundidad. Lo que la luz crea u oculta es lo importante ya que el espacio, es decir el lugar potencialmente «real», se revela y se crea tanto por su ausencia como por su presencia.

El ojo puede perderse en mil planos diferentes más allá de la superficie, pero son planos que no existen más que en la profundidad visual y que sólo la luz crea con su sutil juego de ocultación y revelación. El ojo logra viajar por el espacio, sin que éste exista realmente, sólo a través del milagro o sólo a través del juego que la luz es capaz de generar en nuestra mente, a través de la mirada.

Anton Giulio Zimarino