Gritos del silencio
Gritos del silencio
Bajo el título Gritos del silencio se presenta en la galería Adora Calvo, de Salamanca, la obra del artista Ignacio Llamas. Esta es su segunda exposición individual en este espacio.
Hace unos meses ya se pudo contemplar uno de los últimos trabajos de este artista en una muestra colectiva desarrollada en el Museo DA2 de esta capital.
La estrecha colaboración entre galería y artista les llevará a concurrir en diversas ferias de arte en un futuro inmediato. Dentro de un una semana participarán en una interesante feria de Miami, y en el mes de febrero en la conocida feria madrileña ARCO.
La muestra está formada por diversas fotografías que pertenecen a la serie Cercar al silencio. Esta serie se engloba dentro de un proceso formal y conceptual más amplio en el que Ignacio Llamas lleva trabajando varios años y que también ha dado como resultado varias obras en volumen de las que también se puede ver una muestra en esta exposición.
La obra fotográfica no solo tiene protagonismo en sí misma, sino que además es un punto de partida para un diálogo más amplio, vinculando al espacio en el que se expone y al diálogo con el volumen.
En el trabajo se profundiza tanto en los aspectos positivos, como en los elementos negativos que se dan dentro del ser humano, planteando un acercamiento a la realidad más profunda que cada persona esconde. La intención es provocar la reflexión, la meditación y la mirada interior para, con ello, buscar el verdadero ser del hombre. Es una invitación a adentrarnos en nuestro propio interior y descubrir nuestra verdadero yo, asumiendo nuestras luces y nuestras sombras.
Los dos elementos con los que Ignacio Llamas trabaja son: espacio y luz. Con ellos desarrolla un lenguaje caracterizado por la sobriedad de las imágenes y la ausencia de color.
Con todo este juego de luces, imágenes, diálogos, el artista intenta trascender lo visible, y a través de sus personales metáforas, acercarnos al sentir y el ser del hombre. Se trata de emprender un viaje hacia lo más profundo del alma para buscar y hallar las semillas de trascendencia que allí hay depositadas.
Este proceso de búsqueda de lo intangible le lleva a centrar su atención en los aspectos positivos de la vida tanto como en los negativos, que también son una realidad. Por ello Ignacio Llamas ensucia el espacio con objetos abandonados, objetos que bloquean los límpidos espacios, y nos invita a asumirlos como positivos, como algo que también nos ayuda a desarrollarnos plenamente.
Estas imágenes son espejos de mundos interiores y espacios aparentemente deshabitados, capaces de acoger el todo. Lugares que encierran pequeñas tragedias, que todo ser humano encuentra al mirar dentro de sí, en las que evidencia las angustias, turbaciones y temores del hombre. Pero, lugares inundados por una luz que nos edifica y purifica.