Noticias
Exposición

El CAB de Burgos presenta la exposición EN EL VACÍO de Ignacio Llamas.

Un proyecto específicamente concebido para las salas de éste magnífico Centro de Arte Contemporáneo.

La exposición, que está formada por dos instalaciones, tres piezas escultóricas y tres fotografías de la serie «Lo que la luz esconde», aborda la temática de la identidad, desde un ámbito personal, y su construcción mediante la aceptación de las propias luces y sombras.

Términos como mística, intimidad, introspección, silencio o subjetividad acompañan con frecuencia el relato de la obra de Llamas. En el proyecto que ha creado en exclusiva para el CAB elabora una nueva narración en su quehacer argumental: la identidad como noción ambigua, cada vez más alejada de la emancipación personal y colectiva y, por el contrario, más cercana a la exclusión y la dominación.El compendio de obras propuestas por Llamas respeta el rito poético y solemne que le es característico.

Las fotografías de la serie “Lo que la luz encubre”, resueltas unas sobre dominantes blancos, frente a otras de fondo negro, crean una retícula inquietante, entre el albor y la refulgencia, una atmósfera de apariencia vegetal cuya carga simbólica nos conduce hacia el borrado de la experiencia y el conocimiento. Un argumento que acentúa en obras como “Lo que se esconde en las sombras”, una refutación de la luz como fuente de discernimiento y un llamamiento a la meditación recogida.

La materialidad de “Lo que se esconde en las sombras” se evidencia de manera grave en “Vaciamientos”, una serie de cubos de cemento dispuestos en línea como una frontera insoslayable. El conjunto titulado “Donde nadie quiere estar” desnuda sus armazones para mostrar la inconsistencia de todo registro, la vacuidad del reconocimiento, la superficialidad de los discursos que arman nuestra identidad. Una reflexión que Ignacio Llamas resuelve de nuevo en una de sus piezas más elegantes y poéticas: “Suspenderse en el vacío”. Con ella regresa a la contundencia de la ruptura, del sacrificio que toda renuncia conlleva. La transparencia mellada del cristal conforma una sutil alegoría de nuestro envés más frágil, de nuestra existencia amenazada por el difícil equilibrio entre la construcción de un yo verdadero y auténtico y la necesidad de ser reconocido por el otro.