Clara Arahuetes

2005

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Inner space

Hace un mes se celebró en Madrid, ARCO, en su edición número XXIV, se trata de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo más importante, a nivel internacional, después de la de Basilea.

Este año han participado 290 galerías de 36 países, 88 de las cuales eran españolas. Entre ellas la galería Egam de Madrid, donde Ignacio Llamas, ha expuesto seis obras.

Sus creaciones actuales tienen mucho de íntimo, de silencio, yo diría que incluso de meditación. Invitan al espectador a detenerse, a asomarse a su propio espacio interior y encontrar un momento de reposo. Sobre todo después de haber dado una vuelta por el resto de la Feria, y sentir el desasosiego producido por algunas de las obras expuestas, que eran reflejo de la violencia, incluso de lo macabro.
Con motivo de ARCO, Ignacio Llamas nos cuenta su experiencia en el mundo del Arte.

Ante la sensación de pesimismo, que producen algunas de las obras expuestas, surge la duda de si esto es arte. Me podrías decir ¿Qué es para ti el arte?

Es verdad que hay muchas cosas que tienen bastante de invento y poco de artístico, mucho de polémica y poco de arte. La novedad tiene que estar en el arte, pero no el inventillo, puede haber un grado de polémica, un grado de compromiso, de conflicto…, pero no tiene que ser la base, no puede ser lo único exclusivo en la obra. A veces da la sensación de que prima lo novedoso o lo polémico porque llama mas la atención, no solo por parte de la artista, sino también por parte de la galería es un atractivo mas, los medios de comunicación lo fomentan con lo cual…
El arte no creo que tenga que ser polémico necesariamente, no es un ingrediente prioritario, la novedad si, pero una novedad mas seria que el inventarse algo. Tiene que haber otros elementos, quizás lo principal es la relación con lo trascendente, para mí esto es importante. Es lo que te permite ir mas allá de la apariencia externa de la obra, te hace reflexionar, interiorizar…
Además está la función estética… sobre todo que haya una armonía entre todos los aspectos de la obra, si hay una parte que pesa muchísimo, que domina las otras, no existe la obra de Arte. Pasa lo mismo con el arte conceptual, si solo es concepto idea, no es arte…, le falta un aspecto estético. Igual ocurre con las obras que son solamente estéticas, que se limitan a ser solo decoración. Me parece que en la obra hay una serie de relaciones, pueden pesar mas unos aspectos que otros en ella, pero tiene que ser una relación armónica.
Si hay una relación de dominio de unas partes sobre otras no creo que se consiga generar arte, será algo que pasara.

¿Puede comunicar la trascendencia una obra de arte?

Creo que debe, debe comunicarla, sino ¿qué va a transmitir?. Lo que diferencia al arte de cualquier otro medio de comunicación, es que comunica lo trascendente, quizás no es exclusivo del arte, pero si una de las maneras de ser canal de la Belleza con mayúsculas.

¿Hay en tus obras elementos simbólicos? Como el árbol, los cristales, la escalera…

Pueden decir cosas pero no sé si simbólicos, con la carga que lleva la palabra, para mí tienen un significado, pero no tiene que ser lo mismo para los demás. No son elementos que yo utilice como símbolos a priori, aparecen y después de hecha la obra, y reflexionada. o porque alguien te lo explica, muchas veces dices es justo lo que yo pensaba, lo que quería decir, a lo mejor inconscientemente.
El árbol lo he utilizado siempre como símbolo generador de la vida, sin los bosques no existiría el planeta, proporcionan un bien común para todos que no se percibe, el oxigeno, me parece un ejemplo de donación, sin ninguna pretensión, ni siquiera de recibir las gracias porque el aire no se ve.
La escalera la utilizo muchas veces como símbolo de lugar de tránsito, de paso, pero como lugar de paso personal. Aprender a vivir en la escalera, para mí significa aprender a vivir, sin llegar a conseguir todas las metas, es decir ser feliz con lo que tengo, con lo que soy… No ponerme grandes metas y buscar la felicidad solo en conseguirlas, sino también en el proceso de caminar hacia esos objetivos.
Estas reflexiones no son conscientes al hacer la obra, de repente te llama la atención un determinado elemento, no sabes porqué y empiezas a trabajar con él. A veces mirando hacia atrás me da la sensación de que estoy haciendo cosas nuevas, y de repente recuerdo que las escaleras ya las trabajé hace cinco años, y los árboles, hace cuatro… Es decir es algo inconsciente, pasa con estos dos elementos, que estaban antes en las pinturas y ahora vuelven a tener mucha presencia en la obra actual, pero no sé porque, están, aparecen sin planteármelo.

Explícame la idea de vacío que aparece en tus obras, ¿Es un vacío acogedor, de silencio…?

Creo que hay dos tipos de vacío en las obras, el vacío físico real, que ya aparecía en las pinturas, con esos grandes espacios, esas grandes zonas sin rellenar, quizás por influencia de algunas cosas que he leído del arte oriental. En las pinturas estaba como el espacio sin trabajar en el lienzo, eran vacíos con cierta densidad, que daban sentido a la obra, mas que los propios elementos que había.
Ahora en los objetos de volumen, el vacío ha sido ocupado por la luz, creando un espacio etéreo.
Para mí es importante, algo consciente en mi trabajo, una constante en los últimos años este buscar espacios, en el que generar ámbitos, lugares donde poder encontrarse con uno mismo, espacios de soledad, de intimidad, de reflexión; la mayoría de las piezas se llaman así. Al menos dar la oportunidad al espectador de que pueda sentarse en la silla que pongo y hacer hueco dentro de sí, dejar todo lo exterior, para encontrarse consigo mismo, vaciarse de todo lo que no es intimidad profunda , también en ese sentido si que hay vacío.

Has vendido dos obras, “Estancias del vacío” y “Espacios de contemplación”, al Museo de Arte Contemporáneo de Valladolid, al Patio Herreriano y otra, “Lugares de contemplación”, a una colección particular de Francia. ¿Qué ha significado esto para ti?

Una gran alegría poder ver la obra en un Museo, no sé si significara mucho a nivel real, desde luego si que es un espaldarazo, algo que te anima a seguir trabajando en la línea en la que estoy. Un reconocimiento personal, no sé si eso luego tiene una repercusión a otros niveles. Al menos sí la satisfacción de decir alguien ha creído en lo que hago.