Sheltering the void

 – Las Cigarreras, Contemporary Culture, Alicante

Entrance

Space 3

Sheltering the void

 

Atreverse a un nuevo paso en medio de la nada.
Nada que nos sujete y nada para sujetar.

Nada
que anuncie el fin de la incerteza.

El paso se ha mantenido en el borde,
tan preciso que llega
donde el pánico se desata.
La respiración suspendida, el viento espera.

“La hoguera” poema 23 (fragmento)

Christian Díaz-Yepes

 

A través de la fotografía, la escultura y la instalación se nos propone un recorrido por la obra más reciente del artista toledano. Realizadas en los cinco últimos años, las obras expuestas pertenecen a cuatro series diferentes: Cercar al silencio (2009- 2014), Incertidumbres (2010-2014), Intemperie (2012-2014) y Refugios del Misterio (2008-2009).

Llamas construye sus metáforas proponiéndonos imágenes de lugares físicos. Construcciones arquitectónicas o paisajísticas mediante las que se alude al interior del ser humano. Al adentrarnos en estas imágenes descubrimos espacios limpios, dominados por una luz transformadora, que sólo son alterados por algunos elementos cotidianos que contienen una fuerte carga simbólica: maletas, escaleras, sillas, puertas o árboles. De este modo se genera un universo silencioso y elocuente.

Las obras, tanto en su vertiente volumétrica como fotográfica, proponen al espectador silenciar sus ruidos, adentrarse en estos espacios simbólicos y comenzar un viaje hacia su propio interioridad. Transformar la mirada exterior en una mirada dirigida al interior de uno mismo, hacia lo más profundo del ser. Al realizar este viaje se percibe la luz que emana de nuestro interior junto con las penumbras y oscuridades que todos arrastramos.

Límites, angustias, traumas, dolores y la posibilidad de concebirlos como elementos que, asumidos, nos pueden construir como personas, se convierten en el núcleo de la propuesta del artística.

La luz, junto con el espacio, es el elemento protagonista de estas obras. Esta luz nos hace atisbar, al menos, una doble lectura. Por un lado, el espectador la percibe como reflejo de su propio interior. Y, por otro, la percibe como un elemento transformador de la realidades dolorosas.

La clave para recorrer este camino es el vacío. Soledad en la contemplación de la obra y vacío de uno mismo.

Soledad, mirada interior y dolor transformado son las propuestas que se lanzan para emprender una senda en busca del conocimiento.